Algunas especies de animales pueden convivir felizmente. Es cuestión de conocer algunos puntos en los que hay que pensar para formar una convivencia segura bajo su cuidado. Sin duda, los perros y los gatos pueden convivir aunque sean animales diferentes y con personalidades distintas.
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Los perros y los gatos se adaptan rápidamente a la convivencia
Entre las especies de animales de compañía, los perros y los gatos son algunos de los más comunes que convivirán, sobre todo cuando se hagan mayores y ya no sean cachorros o gatitos. Se adaptarán rápidamente a la convivencia, se harán buenos amigos y aprenderán a tolerarse.
Aunque parezca que los vemos pelearse, los perros y los gatos no son enemigos declarados y a menudo conviven en armonía en la misma casa.
Las mascotas necesitan su propio espacio para sentirse cómodas y seguras. Lo mejor es no dejar solos a los perros y gatos hasta que estés seguro de que se sienten cómodos. Si te descuidas, lo lamentarás cuando vuelvas. El perro o el gato podrían sufrir arañazos, mordiscos u otras lesiones. Las interacciones no supervisadas de este tipo traumatizarían al animal, que seguiría teniendo miedo de otros animales durante el resto de su vida.
Para los perros o gatos que están acostumbrados a ser el único animal de la familia, la adopción de una nueva mascota no siempre es un acontecimiento agradable para la mascota que ha establecido su casa como su único dominio. Deberás asegurarte de que introduces a la nueva mascota de forma gradual para evitar peleas entre ellos, y que las mascotas puedan adaptarse unas a otras.
Es un paso crucial asegurarse de que los perros y los gatos están a la misma altura cuando se les presenta por primera vez. Mantener un control firme sobre ambos animales les proporcionará una forma de seguridad. Retire inmediatamente al perro o al gato y vuelva a inspeccionarlos más adelante si uno de los animales se muestra agresivo o asustado. Nunca fuerce las cosas y empeore la situación.
Si vas a criar tanto a perros como a gatos en la misma casa y no quieres que la antigua mascota se ponga celosa de la nueva, no muestres más afecto hacia la nueva mascota. Esto tenderá a que la antigua mascota se sienta descuidada y desarrolle una actitud hacia la nueva mascota.
Al igual que en el caso de los humanos, existe rivalidad entre los hermanos. Tratarse mal unos a otros es frustrante y estresante.
Aunque el gato no esté en contra de los perros y no le importe ver uno, puede tener una aversión especial a un perro seleccionado que viva en su casa. Tomemos como ejemplo algunas situaciones sociales. Muchas personas podrían convivir con cualquiera bajo un mismo techo, pero no con todos. Uno de ellos les volvería locos. Del mismo modo, algunos gatos se comportan de esta manera. Este podría ser el caso si se produjera constantemente un perro y un gato que se sintieran bien entre sí.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo tardarán un perro y un gato en llevarse bien?
La introducción de nuevas mascotas a un mínimo suele ser un reto. Es importante ser precavido y tomarse el tiempo necesario para asegurarse de que la transición de la introducción de un perro a un gato sea fluida. La amistad entre perros y gatos tarda en desarrollarse, al igual que la de los humanos. Se requiere paciencia y dedicación.
La aclimatación de un perro y un gato puede durar desde unas semanas hasta varios meses. Facilitarás la aclimatación, y mantendrás la seguridad de todos, si te preparas de antemano para ello. La clave es acostumbrarlos gradualmente para garantizar que ni el perro ni el gato se asusten o se vuelvan agresivos.
¿Cómo saber si su perro y su gato se llevan bien?
Un indicio de que un perro y un gato se llevan bien es que sus mascotas disfrutan jugueteando entre sí y que simplemente existen sin pelearse. También les gusta acurrucarse el uno con el otro y dormirse. Esto demuestra que hay un afecto genuino entre las mascotas peludas.
Asimismo, una de las mascotas no quiere dejar atrás a la otra, sobre todo cuando salen de paseo. En cuanto a la caja de arena, los gatos no tienen ningún problema al respecto y pueden compartirla cómodamente con un perro.
Y lo más importante, las habilidades para calmarse mutuamente y que crean en el otro como fuente de consuelo en momentos de problemas.
¿Qué es un juego saludable para perros y gatos?
El juego de perros y gatos se parece mucho a la caza exagerada con comportamientos como rastrear, acechar, perseguir, atacar y morder.
Los ruidos de los perros al jugar, incluidos los gruñidos y ladridos, pueden sonar amenazantes y juguetones, mientras que el juego de los gatos es silencioso. Un gato puede pensar que un perro ruidoso va en serio cuando sólo quiere jugar. Los perros utilizan posturas exageradas ligeramente parecidas a la reverencia de juego para decir a los demás que todo esto es a menudo un juego y no una amenaza considerable. Los gatos también utilizan una pose de culo de ascensor antes de lanzar un ataque de juego o de agarrar la cola que mueve el perro.
Los perros y los gatos se turnan para perseguirse, luchar e inmovilizarse mutuamente. Los gatos suelen apuntar a la nuca o caer a un lado para patear a la mascota contraria.
Conclusión:
Los perros y los gatos pueden prosperar si conviven en armonía en el mismo hogar. Los propietarios de mascotas podrían considerar la posibilidad de elaborar un plan de acción para garantizar una convivencia fluida, segura y feliz entre sus mascotas, dadas sus personalidades, necesidades y el entorno al que están expuestos.