A veces, tienes suerte y consigues un gato pegajoso que agradece que lo lleven de un lado a otro. Otras veces, no tanto. Hay algunas razones por las que a su gato no le gusta que le cojan en brazos, y todas ellas las analizaremos en este artículo. También hay formas de entrenar a su gato para que disfrute de los brazos, así que siga leyendo.
Hay una razón por la que los gatos son descritos como distantes o fríos. Esa razón es que los gatos valoran mucho el espacio personal. En la naturaleza, los gatos son tanto presas como depredadores; naturalmente, siempre se preocupan por no estar en el lado equivocado del peligro. Ser transportados puede hacerles sentir inestables e inseguros porque sienten que pierden su capacidad de huir.
Como guardianes de los gatos, es importante respetar su nivel de comodidad. A la primera señal de que se resiste o muestra signos de malestar, déjelo ir. Si decides no hacerlo, tienes que estar preparado para enfrentarte a la ira de sus garras y dientes o, peor aún, para perder su confianza. Dar a tus gatos el espacio que necesitan es beneficioso tanto para ellos como para ti.
Los gatos son parientes de los reyes de las bestias, los grandes felinos salvajes. Como parte de la realeza, no es difícil imaginar que los gatos tengan un poco de orgullo en sí mismos. La confianza es muy importante para los gatos. Como gobernantes de todo lo que ven, quieren ser realmente capaces de observar su entorno. A menudo se suben a terrenos más altos, como estanterías o mostradores, para lograr este objetivo. Sin embargo, una cosa es que lo hagan ellos mismos y otra que se les sostenga. Para algunos gatos, ser sostenidos puede ser muy denigrante.
Sin embargo, el hecho de no querer que le cojan en brazos no se debe sólo al instinto salvaje o al orgullo de su gato, sino que también puede deberse a que le resulte traumático. Algunos gatos han tenido una experiencia negativa al ser sujetados contra su voluntad. Por ejemplo, en las visitas al veterinario: cuando los gatos tienen que ser vacunados o examinados, a menudo se les sujeta en una situación, a su juicio, muy estresante.
Dicho esto, no hay que perder la esperanza. Cuando la gente dice que los gatos no pueden ser entrenados, simplemente se equivocan. Los gatos, de hecho, pueden ser entrenados para ser sostenidos - aunque, requerirían un poco más de persuasión.
Dale un refuerzo positivo cuando lo abraces. Comience su entrenamiento dándoles una señal, como "sostén" o "hora del abrazo" para que se preparen al toque. Inmediatamente después de dar la señal, dale un toque suave SIN levantarlo. Cuando su amigo felino no tenga ningún problema en que lo toque, empiece a desafiarlo gradualmente, mientras recompensa cada pequeño paso con una golosina. Pase de tocarlo por los lados, como si fuera a levantarlo, a levantarlo muy ligeramente durante unos segundos, y finalmente a sostenerlo cómodamente. La clave aquí es mantener a su gato relajado y comprometido. El tiempo que tarde en hacerlo dependerá de su gato. Al fin y al cabo, ellos son los verdaderos jefes.
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¿Estoy sosteniendo mal a mi gato?
Existe una forma de sujetar a su gato de forma incorrecta, y esto depende de las preferencias de su gato. La forma de sujetar a su gato depende de lo que le resulte más cómodo. Como humanos, nuestros instintos nos dicen que debemos sostener a nuestros gatitos como si fuéramos un bebé. Aunque hay gatos a los que no les importa que se les coja así, a la mayoría no.
La forma en que a la mayoría de los gatos les gusta que los sostengan es con el pecho contra el torso o los hombros, con las patas traseras totalmente apoyadas detrás de ellos. Pruebe esto y observe la diferencia.
A mi gato le gustaba que lo cogieran en brazos, pero ya no. ¿Por qué?
Podría ser porque el hecho de ser abrazado le recuerda un incidente traumático. Piense en las experiencias pasadas de su gato en relación con el hecho de ser abrazado. Intente imaginarlo a través de sus ojos. A la mayoría de los gatos les aterra estar en la clínica veterinaria, donde se les retiene contra su voluntad y se les somete a procedimientos NECESARIOS, pero potencialmente aterradores, como la aplicación de vacunas o la toma de temperatura. Si su gato ha tenido recientemente una experiencia desagradable que incluya ser retenido, ésta podría ser la razón.
Además, pruebe a ver si su gato sólo responde negativamente cuando se le coge por una parte concreta de su cuerpo. Es posible que no le guste que le cojan en brazos porque le duele algo. Si este es el caso, póngase en contacto con su veterinario local.
¿Cómo puedo sujetar a mi gato sin que se traumatice?
Hay ocasiones en las que es necesario sujetar a su gato por su propio bien. Por ejemplo, para cortarle las uñas o darle un medicamento. Una buena manera de hacerlo sin asustarlo es apretarlo suavemente por la espalda, con la barriga contra el suelo o la mesa, de manera que ambos se sientan seguros. Como medida adicional de seguridad, pon una toalla sobre la espalda de tu gato para que haya menos peligro de que te arañe.
A veces, los gatos se muestran reacios a ser cogidos en brazos. Pero, con suficiente práctica, paciencia y persuasión, esto puede cambiar. Sin embargo, lo que hay que recordar cuando se coge a un gato es que su comodidad y confianza son lo más importante. A la primera señal de incomodidad, dé a su gatito la libertad de huir.